POLITICA
07/01/2025
Gobierno defiende ascenso de la pareja del titular de la DGI en medio de polémica por nepotismo
Por José Manuel Ferrero
En un nuevo capítulo de la gestión del flamante gobierno, se ha desatado una fuerte controversia en torno a la decisión del titular de la Dirección General Impositiva (DGI), Andrés Vázquez, de ascender a su pareja, María Eugenia Fanelli, a un cargo de alta relevancia dentro del organismo.
La investigación periodística de Hugo Alconada Mon en La Nación reveló que Vázquez, apenas una semana después de asumir el cargo, firmó la disposición que otorgaba a Fanelli el puesto de jefa de la Dirección Regional Centro II de la Ciudad de Buenos Aires, con un considerable aumento salarial.
Este hecho ha generado un intenso debate sobre posibles conflictos de interés y nepotismo, ya que el código de ética interno de la DGI prohíbe explícitamente favorecer a familiares y allegados en la designación de cargos.
"Para hacer la purga que estamos haciendo se necesita gente de confianza", justificó una alta fuente del gobierno, defendiendo la decisión de Vázquez.
Desde el Ejecutivo se ha insistido en que Fanelli es una profesional con amplia experiencia en el organismo, pero esta justificación no ha logrado aplacar las críticas de la oposición y de diversos sectores de la sociedad civil, que ven en este hecho una clara muestra de favoritismo y un abuso de poder.
La designación de Fanelli ha sido comparada con otros casos de nepotismo en la política argentina, como el de Martín Menem y su sobrino Sharif, lo que ha generado un clima de desconfianza y ha puesto en duda la transparencia de la gestión del gobierno.
"Es razonable que quiera armar un equipo con gente de confianza", argumentaron desde el primer piso de la sede de Gobierno, buscando minimizar la gravedad de la situación.
Sin embargo, la oposición ha calificado esta decisión como un "atropello a las normas éticas" y ha exigido una investigación exhaustiva para determinar si se han cometido irregularidades.
La investigación periodística de Hugo Alconada Mon en La Nación reveló que Vázquez, apenas una semana después de asumir el cargo, firmó la disposición que otorgaba a Fanelli el puesto de jefa de la Dirección Regional Centro II de la Ciudad de Buenos Aires, con un considerable aumento salarial.
Este hecho ha generado un intenso debate sobre posibles conflictos de interés y nepotismo, ya que el código de ética interno de la DGI prohíbe explícitamente favorecer a familiares y allegados en la designación de cargos.
"Para hacer la purga que estamos haciendo se necesita gente de confianza", justificó una alta fuente del gobierno, defendiendo la decisión de Vázquez.
Desde el Ejecutivo se ha insistido en que Fanelli es una profesional con amplia experiencia en el organismo, pero esta justificación no ha logrado aplacar las críticas de la oposición y de diversos sectores de la sociedad civil, que ven en este hecho una clara muestra de favoritismo y un abuso de poder.
La designación de Fanelli ha sido comparada con otros casos de nepotismo en la política argentina, como el de Martín Menem y su sobrino Sharif, lo que ha generado un clima de desconfianza y ha puesto en duda la transparencia de la gestión del gobierno.
"Es razonable que quiera armar un equipo con gente de confianza", argumentaron desde el primer piso de la sede de Gobierno, buscando minimizar la gravedad de la situación.
Sin embargo, la oposición ha calificado esta decisión como un "atropello a las normas éticas" y ha exigido una investigación exhaustiva para determinar si se han cometido irregularidades.
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