POLICIALES
06/06/2025
Ola de ataques contra la Policía en Córdoba: preocupación por la violencia y el impacto de la droga
Por José Manuel Ferrero
La ciudad de Córdoba enfrenta una preocupante escalada de agresiones contra efectivos policiales, comisarías y patrulleros. Desde sectores judiciales advierten que esta tendencia parece haberse instalado de manera permanente, generando inquietud en las fuerzas de seguridad y en la comunidad en general.
En la madrugada del jueves, dos episodios violentos marcaron la jornada: en barrio Ciudad de Mis Sueños, una turba atacó a pedradas la comisaría local tras un operativo vinculado a una moto. En barrio Müller, un grupo de jóvenes lanzó una bomba incendiaria contra el vehículo de un oficial de custodia. La Policía respondió con múltiples detenciones y disparos de postas de gas pimienta para dispersar a los agresores.
Las autoridades han identificado un preocupante patrón: en varios de estos hechos participan menores de edad, algunos con antecedentes delictivos recientes y con vínculos familiares con casos graves del pasado. La mayoría de ellos resulta inimputable, y en otros casos han pasado por instituciones como Senaf.
Desde el Ministerio de Seguridad, niegan que los ataques sean parte de un "efecto contagio" y lo relacionan con una mayor presencia policial en los barrios. "Hay una crisis de valores e intolerancia, sumada a la violencia", afirmó el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros. "¿Dónde se ha visto que los jóvenes tengan baldes con piedras para arrojárselas a los policías? ¿Dónde se ha visto que un adolescente de 14 años fabrique una molotov?", añadió.
La Fiscalía General ha designado al fiscal Raúl Garzón para investigar los ataques contra la fuerza policial en la ciudad. Según datos oficiales, en los últimos 16 meses se han abierto 205 causas por agresiones a uniformados, con 10 condenados a penas de prisión en juicios abreviados. Actualmente, hay 84 detenidos por estos hechos, de los cuales 19 están bajo prisión preventiva y a la espera de juicio.
En la madrugada del jueves, dos episodios violentos marcaron la jornada: en barrio Ciudad de Mis Sueños, una turba atacó a pedradas la comisaría local tras un operativo vinculado a una moto. En barrio Müller, un grupo de jóvenes lanzó una bomba incendiaria contra el vehículo de un oficial de custodia. La Policía respondió con múltiples detenciones y disparos de postas de gas pimienta para dispersar a los agresores.
Las autoridades han identificado un preocupante patrón: en varios de estos hechos participan menores de edad, algunos con antecedentes delictivos recientes y con vínculos familiares con casos graves del pasado. La mayoría de ellos resulta inimputable, y en otros casos han pasado por instituciones como Senaf.
Desde el Ministerio de Seguridad, niegan que los ataques sean parte de un "efecto contagio" y lo relacionan con una mayor presencia policial en los barrios. "Hay una crisis de valores e intolerancia, sumada a la violencia", afirmó el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros. "¿Dónde se ha visto que los jóvenes tengan baldes con piedras para arrojárselas a los policías? ¿Dónde se ha visto que un adolescente de 14 años fabrique una molotov?", añadió.
La Fiscalía General ha designado al fiscal Raúl Garzón para investigar los ataques contra la fuerza policial en la ciudad. Según datos oficiales, en los últimos 16 meses se han abierto 205 causas por agresiones a uniformados, con 10 condenados a penas de prisión en juicios abreviados. Actualmente, hay 84 detenidos por estos hechos, de los cuales 19 están bajo prisión preventiva y a la espera de juicio.
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