POLICIALES
02/06/2025
Tragedia en Florencio Varela: La carta reveló el motivo que llevó a la mujer a matar a su hijo de 6
Por REDACCION
La localidad de Florencio Varela sigue conmocionada tras el trágico hallazgo ocurrido días atrás: una madre, Micaela Andrea Lator, asesinó a su hijo de seis años y luego se quitó la vida.
En las últimas horas, la investigación judicial reveló el contenido de una carta manuscrita que la mujer dejó antes del crimen, y que da cuenta de un profundo sufrimiento emocional, vinculado a una crisis matrimonial, abandono afectivo y antecedentes de salud mental.
“No te vamos a mendigar más”, escribió Lator en una carta dirigida a su esposo, Fernando Cuello, padre del niño. En el texto, la mujer expresa el dolor que vivía ante la falta de afecto y compañía:
“Ahora vas a poder hacer tu vida, ya no vas a tener que viajar más. Yo solo te pedía un abrazo para Esteban y para mí, un beso a la mañana antes de irte a trabajar. No te pedíamos mucho… No te vamos a mendigar más. Nos vas a recordar toda la vida”.
El mensaje fue hallado en la escena del hecho, junto a las armas utilizadas. De acuerdo a las pericias, Lator disparó contra su hijo Esteban Nicolás Cuello, de apenas seis años, quien agonizó durante cinco horas antes de fallecer. Luego, la mujer se quitó la vida con dos disparos.
Una investigación con giro y dolor
En un primer momento, las sospechas recayeron sobre el padre del niño, quien fue quien halló los cuerpos al regresar de su trabajo. Sin embargo, la autopsia y las pruebas forenses descartaron su participación. Las pericias determinaron que (Cuello) no se encontraba en el domicilio al momento del hecho, y que entre ambas muertes hubo un lapso de al menos seis horas.
El fiscal a cargo de la causa, Darío Provisionato, confirmó que se descarta la participación de terceros y que se continúa con la recolección de pruebas para cerrar el expediente bajo la figura de homicidio seguido de suicidio.
Salud mental y antecedentes
La familia de Cuello señaló que Lator atravesaba cuadros de depresión y había tenido antecedentes de intento de suicidio. Su abogado también aportó un dato relevante: la madre de Micaela también se había quitado la vida de manera similar años atrás.
Aunque Micaela había sido medicada en algún momento, no se encontraba bajo tratamiento activo al momento de los hechos, lo que reaviva el debate sobre la necesidad de mejorar el acceso, seguimiento y acompañamiento de la salud mental, especialmente en situaciones de vulnerabilidad y conflicto familiar.
Un caso que interpela
Este nuevo episodio de violencia extrema pone sobre la mesa múltiples dimensiones: el sufrimiento no visibilizado, la falta de redes de contención emocional, el estigma en torno a la salud mental, y la urgencia de políticas públicas integrales que aborden los conflictos familiares con una mirada preventiva.
La historia de Micaela y Esteban no puede reducirse a un expediente judicial. Es también el reflejo de silencios, soledades y ausencias que, si no se atienden a tiempo, pueden desembocar en tragedias irreparables.
En las últimas horas, la investigación judicial reveló el contenido de una carta manuscrita que la mujer dejó antes del crimen, y que da cuenta de un profundo sufrimiento emocional, vinculado a una crisis matrimonial, abandono afectivo y antecedentes de salud mental.
“No te vamos a mendigar más”, escribió Lator en una carta dirigida a su esposo, Fernando Cuello, padre del niño. En el texto, la mujer expresa el dolor que vivía ante la falta de afecto y compañía:
“Ahora vas a poder hacer tu vida, ya no vas a tener que viajar más. Yo solo te pedía un abrazo para Esteban y para mí, un beso a la mañana antes de irte a trabajar. No te pedíamos mucho… No te vamos a mendigar más. Nos vas a recordar toda la vida”.
El mensaje fue hallado en la escena del hecho, junto a las armas utilizadas. De acuerdo a las pericias, Lator disparó contra su hijo Esteban Nicolás Cuello, de apenas seis años, quien agonizó durante cinco horas antes de fallecer. Luego, la mujer se quitó la vida con dos disparos.
Una investigación con giro y dolor
En un primer momento, las sospechas recayeron sobre el padre del niño, quien fue quien halló los cuerpos al regresar de su trabajo. Sin embargo, la autopsia y las pruebas forenses descartaron su participación. Las pericias determinaron que (Cuello) no se encontraba en el domicilio al momento del hecho, y que entre ambas muertes hubo un lapso de al menos seis horas.
El fiscal a cargo de la causa, Darío Provisionato, confirmó que se descarta la participación de terceros y que se continúa con la recolección de pruebas para cerrar el expediente bajo la figura de homicidio seguido de suicidio.
Salud mental y antecedentes
La familia de Cuello señaló que Lator atravesaba cuadros de depresión y había tenido antecedentes de intento de suicidio. Su abogado también aportó un dato relevante: la madre de Micaela también se había quitado la vida de manera similar años atrás.
Aunque Micaela había sido medicada en algún momento, no se encontraba bajo tratamiento activo al momento de los hechos, lo que reaviva el debate sobre la necesidad de mejorar el acceso, seguimiento y acompañamiento de la salud mental, especialmente en situaciones de vulnerabilidad y conflicto familiar.
Un caso que interpela
Este nuevo episodio de violencia extrema pone sobre la mesa múltiples dimensiones: el sufrimiento no visibilizado, la falta de redes de contención emocional, el estigma en torno a la salud mental, y la urgencia de políticas públicas integrales que aborden los conflictos familiares con una mirada preventiva.
La historia de Micaela y Esteban no puede reducirse a un expediente judicial. Es también el reflejo de silencios, soledades y ausencias que, si no se atienden a tiempo, pueden desembocar en tragedias irreparables.
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